A las 5:30 de la mañana estábamos en ruta para Granada, buen grupito el que habíamos montado para acercarnos a ver el partido; el único miedo, no saber con qué cara volveríamos. Ilusión, la de siempre.
En mi caso, tras 4-5 desplazamientos al año, no recordaba la última victoria (no cuento la del Calderón ante un Atleti campeón de Uefa y que nos daba pasaporte a Europa), no sé si Cornellá el Prat, hace casi 4 años, con el 0-2 a la contra (Casquero y Pedro Ríos) fue la última victoria que había visto en campo visitante, y parecido para todos los que compartíamos coche hacia Andalucía.
Importarnos, no es que nos haya importado, nos hemos recorrido en esos 4 años, los campos vecinos de Atleti, Madrid y Rayo, el Pizjuán, Valencia para los dos equipos de la ciudad, Valladolid, Zaragoza, San Mamés, Donosti...incluso a Berna y a Stuttgart habíamos ido para volver sin victoria.
Pero da "gusto" casi físico, volver un domingo con los 3 puntos... poder pasear un poco de azul por una ciudad como Granada, y haber disfrutado entre 21 "compañeros" de una mañana de fútbol que vale para llegar a los 16 puntos (quedan 26).
Granada fueron 3 puntos; menos que las Tapas que nos tomamos (bastantes menos), menos incluso que las horas que se tarda en ir, menos de los que fuimos juntos, la próxima parada... pronto... pero, siempre entre amigos. (esa es la verdadera excusa)
Ganar o perder, pero poder repetirlo. Y no será el último.
El fútbol es una excusa que hay en 90 minutos más, lo importante para un aficionado sucede al principio y al final.
ResponderEliminarGran texto y grandes esos azulones que viajasteis a donde Boabdil lloró una vez.