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martes, 3 de junio de 2014

Otro fútbol, Tacloban-Filipinas.

Cuando conocí a Víctor Bueno en el Fondo del Coliseum, el amigo común que nos presentó, me dijo, "buena gente, buen tipo, quedad entre vosotros y os véis en Londres, tan futbolero como tú",la referencia ya era buena, una semana después, estábamos los dos y otro amigo suyo, Carlos, recorriendo Londres juntos, ruta futbolera, Wembley, Craven Cottage, Stamford Bridge... Dos mails, dos llamadas para quedar en Victoria Station, el Getafe en común y parecíamos amigos de toda la vida.
 

Me acuerdo más del día que pasamos los 3 hablando de fútbol, visitando metro arriba, metro abajo, cada uno de los campos que nos habíamos marcado, que del 5-0 en Champions del Chelsea al Genk, con doblete de Torres que era el punto final a esa visita común.

La historia de Víctor va más allá de ese viaje a Londres, la historia de Víctor es la de un chaval que intenta ser profesional en el fútbol, y que ve la opción de pasar desde 1ª regional, desde El Escorial a Filipinas.
 
El salto enorme en todos los sentidos, tuvo una parte no tan buena, ínfima comparada con su enorme experiencia, que fue la de volverse sin acabar de arreglar todo para firmar por el equipo de la primera división filipina en el que estuvo entrenando a prueba, entrenando con 3 internacionales absolutos, pero la parte buena, superó todas las expectativas.



Su llegada a Filipinas, se produjo en noviembre del 2013, poco después de que el tifón Haiyan devastara el país. Idioma, condiciones, situación del país, ... nada importaba, "la maleta que llevaba estaba repleta de ilusión" me cuenta Víctor; y menos cuando un mes más tarde, les propusieron ir a Tacloban zona cero de dicho Tifón, a repartir ayuda humanitaria junto a ONG´s y militares, los únicos a los que se les permitía en Diciembre del 2013 llegar hasta allí, su labor, compartir la ilusión que trae el fútbol a alguien que lo acaba de perder todo.

Su vida, empezó a cambiar en el momento en que desde Manila, consiguieron aterrizar en el "aeropuerto" de Tacloban, entre palmeras vencidas por el viento y edificios destruídos, se alzaban dos paredes, un techo de uralita, y poco más...

"Al salir de la“terminal” viví el momento más duro de mi vida, se acercaron unos niños con las ropas rotas, toda la cara sucia, sin zapatos y con la palma de la mano hacia arriba haciendo una señal de pedir algo. Se acercaron y nos dijeron algo, no sé el qué, pero su tono de voz era desgarrador, balbuceaban a duras penas unas palabras que emitían tristeza. Nuestros amigos filipinos les dieron las barritas que nos dieron en el avión, todos les dimos lo poco que llevábamos encima. Nos montamos en la furgoneta sin hablar. Yo tenía un nudo en la garganta, nunca he sentido nada igual" me cuenta el propio Víctor.


En un pabellón, con 300 niños esperando, y tras repartir mochilas con ayuda humanitaria, empezó su "función" empezó la "función" del fútbol, sin idiomas, sin barreras, niños y niñas, decalzos, con la ropa que se les había entregado, empezaron a hacer olvidar a los que allí estaban la situación en la que estaban, "la ilusión, la alegría, las ganas de aprender, de jugar al fútbol, de sentirse atendidos"

Un clínic que llegaba a su fin, un clínic como el que dan las figuras, los Cristiano, Messi, Iniesta o Ramos; pero ninguna figura podrá nunca sentirse más figura que como ellos se sintieron allí, entre los niños, firmando autógrafos, balones...



 


"Finalmente se torció mi fichaje por el equipo. Pero hoy puedo jurar que volvería para vivir lo mismo. No me importa no haber jugado al fútbol profesionalmente. Esta experiencia es más grande que eso. Mi vida ya no ha vuelto a ser igual y estoy feliz por ello. Ahora veo todo diferente, volvería a repetirlo una y otra vez. Es el regalo más grande que jamás he recibido y podré recibir"  las palabras del propio Víctor, que resumen todo, sin duda.



A veces el éxito, va más allá de ser profesional en esto del fútbol, el éxito es el de toda esa gente, como Víctor, que es capaz de dejar todo para ir a ayudar a quien más lo necesita.
Víctor, amigo, eres de Primera División, ni lo dudes.


 
 
 

3 comentarios:

  1. Grande Pedro por estas historias, y por reflotar el blog. Pensaba que estaba 'de vacaciones' hasta después del Mundial ;)

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  2. Gracias Eze, la historia esta vez se escribía sola, grande el mérito y la aventura de Víctor. De momento el Blog sigue, sin fecha... cuando "deba" ser.

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  3. Una vez más, genial. No tengo palabras. Gracias por trasmitirlo de esta maravillosa forma.

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